Un
enigma, el enigma, mi enigma. Es el enigma un interrogante, una pregunta? Es mi
enigma una pregunta? Es mi enigma el tuyo, lector? No, seguro que no. Seguro
que mi enigma no es el tuyo, que tampoco es una pregunta y que mucho menos es uno
sólo. Mi enigma no es uno, pero funciona como uno cuando toma esa gran fuerza
que impulsa los interrogantes, esos que guían mi mirada en el mundo. El enigma
es la sensación de desesperación encausada en una búsqueda. El enigma es la
pasión, la pasión es enigma. Es así que el enigma se convierte en un profundo
impulso, el impulso de un viaje.
VI
– A – JES, sí, VIAJES! el avión que despega, la nariz marcada en la ventanilla
de un colectivo, los pasillos de un tren, el libro abierto sobre el escritorio.
Viajes.
Y mi viaje por este mundo, que es, en parte,
también el tuyo, puede resultar un indicio, un roce o una simple caricia en tu
búsqueda, lector, y la tuya en la mía. Por eso es que deseo tanto leerte.
Este
enigma es una fuerza que nos permite renovarnos en un retorno novedoso hacia la
infancia, para retomar la mirada del niño en cada acto de la vida cotidiana.
En
El impulso del enigma se escribe y se lee sobre aquellas pequeñas vidas, la
tuya, la mía, la de un gran poeta del siglo XVIII o la del barrendero de la
esquina que se enamoró de la kiosquera. Este blog va a hablar sobre la vida
cordobesa y toda aquella otra vida que atrape mi atención (o la tuya) por algo
en particular. Eso implica que se puede encontrar desde una crítica de La bella mentirosa o un cuento poco
conocido, hasta un relato sobre un beso de dos viejos en la esquina de cañada y
27 de abril. El impulso del enigma es un blog para aquellos que disfruten de
ver la cotidianeidad como un libro añejo que se quiere recorrer completo sin
reglas precisas.
Y
si se trata de amor? Si se trata de amor va a ser seguro un gran relato, uno de
esos que uno quiere leer hasta el final y un poquito más.
Y
se les da lugar a todos estos ámbitos porque elijo escribir sobre aquellas
cosas que pueden cambiar el rumbo de un día, porque puede despertar muchas
preguntas o ser simplemente una caricia. Y nada es tan valioso como una caricia
en la siesta otoñal.
Hola
lector, te saludo y te invito, a leer, a escribir, te invito a jugar lector, a jugar
con las palabras y las ideas, jugar para crear, para mirar distinto, para
reconstruir los recovecos, los aromas, las imágenes, el comienzo, la vuelta, el
fin.
Para
aquellos que consideran que descubrir un rincón extraño de un lugar común es,
no un escape, sino una profunda conexión con el otro, para aquellos que eligen
experimentar el mundo desde el impulso que produce el enigma, para aquellos,
como vos lector, es que yo escribo.